Aranjuez ha sido, después de Madrid capital (y entendiendo el peso que tiene la propia capitalidad) el primer núcleo industrial de la región madrileña, en especial en rango poblacional y productivo innovador gracias a los valores de su territorio, de su posición en el eje Madrid-Toledo y de la cualificación de su sociedad. Lamentablemente, nuestra ciudad lleva décadas de “olvido” institucional como ciudad productiva.
Desde principios de siglo, con una inflexión tremendamente desfavorable (para Aranjuez) a partir de los años 70, la Comunidad de Madrid ha crecido a un ritmo más de dos veces superior a nuestra ciudad, con una renta per cápita un 30% inferior a la media de la región, así como con todo el resto de los indicadores (nivel de afiliados a la Seguridad Social, ocupados por 1.000 habitantes, unidades locales de carácter industrial…) también muy por debajo de la media del sur metropolitano. Cabe decir, como añadíamos al principio, que Aranjuez estuvo a la cabeza del empuje industrial de Madrid (exceptuando la capital) hasta 1950. Entre 1950 y 1970 el crecimiento industrial se detuvo en seco y desde 1970 está en franco retroceso. Hoy municipios como Getafe, Pinto y Valdemoro cuentan con más de tres veces el suelo industrial de Aranjuez. Cifras que irán a más en el futuro ante la baja perspectiva de nuevas actuaciones de este sector en nuestra ciudad. La situación no mejora respecto a la oferta de suelo industrial urbanizable, que en este sentido es de tres a seis veces inferior al calificado en los municipios del sur regional. Y eso, no solo referido a la primera corona, sino también a la segunda… llegando a ser tres veces inferior a la existente en el municipio de Ciempozuelos.
En el Plan de Acción Industrial elaborado por la Sociedad Local del Suelo y la Vivienda para 2010 se hace un prolijo repaso a la situación del tejido industrial y/o productivo de Aranjuez. En lo referido al retraso y obsolescencia en relación con el espacio productivo madrileño. Nos dice que el suelo industrial de Aranjuez muestra una concentración espacial con algunas dispersiones que acaban derivando en una obsolescencia en cuanto a su emplazamiento y función territorial. Así, nos habla de la inexistencia de un verdadero polígono competitivo y acorde con las instalaciones del Eje Sur Metropolitano y el Arco de La Sagra. La mayor parte de las implantaciones son industrias innovadoras y de tecnología avanzada que requieren nuevos suelos, ubicándose alguna muy próxima a la ciudad ilustrada y en el corazón residencial de la ciudad.
Solo a partir del Plan General de 1980 se produce la única actuación en el Polígono Gonzalo Chacón, que cuenta con una muy limitada extensión de apenas 22 hectáreas. Como corolario, nos muestra que el suelo urbanizable de Aranjuez resulta insuficiente en cuanto a su cuantía, localización y en especial en relación con las actuales demandas de los polígonos, actualmente especializados en sectores como el logístico o en la innovación tecnológica o productiva.
La demanda interna de suelo productivo supera con mucho a la posible oferta existente y prevista en cuanto a cuantía, localización y funcionalidad. Solo la demanda de nuevo suelo para la relocalización de actividades industriales requiere más de 70 hectáreas de suelo neto productivo industrial directo, por lo que a la vista de los datos nos permite asegurar que para atender a estas demandas muchas de estas actividades deberán localizarse fuera de nuestro municipio e incluso fuera de nuestra comunidad, en especial con la abundante oferta de los municipios de nuestra comarca natural.
En suma, el emplazamiento y localización de las industrias existentes está colmatado y con pocas o nulas posibilidades de ampliación. En algunos casos la proximidad a zonas residenciales puede resultar perjudicial para ambas. El suelo previsto en el actual PGOU es insuficiente en su cuantía y características, sin siquiera tener la capacidad de absorber la demanda potencial interna, aumentando el peligro de deslocalización fuera de nuestra ciudad. No existe un verdadero “polígono competitivo” acorde a nuestra ubicación geográfica y estratégica. No disponemos de suelo, ni de oferta de suelo productivo capaz de competir con nuestro entorno más inmediato, dificultando este extremo que Aranjuez sea candidato a albergar proyectos logísticos y tecnológicos innovadores a ubicar en nuestra ciudad, y esta es la principal razón de la desconexión de Aranjuez de todos estos proyectos.
Cabe añadir que este diagnóstico tiene más de una década de vida, y la situación en estos últimos años no solo no ha mejorado, sino que ha visto como importantes proyectos que paliarían en parte estos problemas están paralizados o embarrancados en un marasmo técnico-administrativo que no acaba de desenredarse. Actuaciones como las de Puente Largo y la Plataforma Logística Intermodal de ADIF en el sector X (por hablar de las dos más avanzadas y que a priori contarían con el plácet del resto de administraciones) se tornan hoy en día como prioritarias, tanto en el campo de la innovación como de la logística (dos de los ejes más necesitados de espacio y carácter competitivo)
Han sido muchas las iniciativas que tanto In-Par (hoy Coalición por Aranjuez) como Acipa hemos presentado a Pleno, no solamente solicitando al resto de administraciones que agilizaran trámites o arrojaran luz sobre los estadios de desarrollo, sino también para que nuestra propia administración fuera un agente proactivo y adoptara la iniciativa para materializar estos proyectos.
Sin ir más lejos, el pleno ordinario del mes de octubre de 2022, por unanimidad de todos los presentes, aprobó la siguiente propuesta que se adjunta como parte del acta de dicho pleno, en su punto 11º, propuesta que en su parte resolutiva contenía el siguiente texto:
- «Que el Gobierno Municipal, solicite un informe interno o externo que contenga:
- Informe jurídico de todas las posibilidades recogidas en la Constitución y distintas Leyes y Reglamentos, que permitan al Ayuntamiento de Aranjuez actuar sobre terrenos de entidades públicas, como es el SEPES, previstos en el Plan General de Ordenación Urbana con un uso determinado para el el desarrollo de suelo productivo (industrial o terciario), con especial indicación del procedimiento a aplicar. Así como, los posibles costes del proceso de expropiación de Puente Largo, en caso de ser una opción legal viable.
- Informe jurídico, técnico y económico del proceso de urbanización del Sector Puente Largo, indicando tiempos y necesidades, así como, la posibilidad de escalonamiento de actuaciones en dichos terrenos.
- Trasladar a la Consejería pertinente, el objetivo del Ayuntamiento de Aranjuez de estudiar todas las posibilidades que permitan al Ayuntamiento de Aranjuez y a la Comunidad de Madrid, gestionar directamente el desarrollo de suelo industrial en el Sector Puente Largo, cuyo procedimiento y proyecto debe ser compartido entre ambas administraciones, para lo que se SOLICITA LA IMPLICACIÓN DE LA CONSEJERÍA EN EL MISMO, teniendo como objetivo político el interés económico y social de la Comunidad y del Sur de Madrid.»
El objetivo compartido fue contar con toda la información posible para valorar todas las actuaciones posibles del Ayuntamiento, para llevar a cabo la mejor decisión ante la inacción de los propietarios y a su vez agilizar (en aquello que dependa de nosotros) dichas actuaciones.
Como recalcábamos, las posibilidades de suelo productivo (según el PGOU) están muy limitadas, siendo Puente Largo, en este momento, el único enclave de dimensiones adecuadas para poder contar con algún proyecto de desarrollo tecnológico en nuestra ciudad. Como ya se trató en el pleno del mes de octubre del pasado año, un objetivo de ciudad que viene del primer lustro de la década de los 90, que ha formado parte del compromiso de todos los partidos, grupos y corporaciones, no puede continuar en la utopía. Pasados 30 años, desde las primeras ideas, y siendo parte importante en el PGOU del año 1996, debemos decidir, al respecto.
La propuesta aprobada por unanimidad, contenía afirmaciones como la siguiente: «…desde que se aprobó el PGOU en 1996, a pesar de los esfuerzos municipales por conseguir que el desarrollo urbanístico fuera una realidad, no hay interés alguno, ni iniciativa firme, de desarrollar este suelo por parte de la propiedad que es la Entidad Pública Empresarial del Suelo (SEPES).»
De igual modo, en la parte expositiva, se planteaba de forma nítida que, si considerábamos que debíamos seguir apostando por el desarrollo de este espacio, debíamos adoptar una posición política activa, a tomar iniciativas, controlar asuntos relacionados con acciones legales, costes, tiempos, debemos contar con informes técnicos y jurídicos, para determinar posibles acciones.
Desconocemos en este momento si se ha realizado algo al respecto. La preocupación de ambos grupos, en referencia a si existe algo nuevo o no, podría haberse resuelto con una pregunta directa, pero no se trata de eso, se trata de concluir o no con este asunto y de conocer cuál es la disposición del actual Gobierno Municipal, con respecto al suelo determinado en el PGOU para el desarrollo productivo del municipio. Somos conscientes de que cualquier actuación directa no podrá realizarse sin el amparo o apoyo del Gobierno de la Comunidad de Madrid, así como la concreción respecto a las perspectivas de este desarrollo que tiene el ente encargado de desarrollar el suelo, que es SEPES. También somos conscientes de que la ausencia de acción y esfuerzo por resolver el desarrollo de Puente Largo nos sitúa ante un gran fracaso político para nuestra ciudad.
En el último pleno ordinario, cuando se abordaron asuntos relacionados con las ordenanzas fiscales, la revisión y estudio sobre la mismas, desde las portavocías, en este asunto, de los partidos que conforma el actual gobierno municipal, se apelaba a la necesidad de la incorporación de empresas, desconociendo por parte de nuestros grupos qué se está haciendo al respeto, para que al menos exista la posibilidad.
En el debe de las distintas corporaciones está la gran dificultad para facilitar el desarrollo de los suelos productivos determinados en el PGOU del año 1996, y toda actuación con respecto a un nuevo Plan debe contemplar una posición, si no unánime sí como el máximo apoyo posible. El futuro de la ciudad no puede seguir en el aire, y no poder contar la necesaria actuación catalizadora para la consecución de la disponibilidad del suelo.
Son muchos espacios, que bien no se corresponden con la denominación o determinación asignada a los mismos, o bien los principales propietarios no hacen nada por impulsar su desarrollo, ni siquiera por mantenerlos en condiciones adecuadas. El Plan del 96 ya establecía cuales eran las posibilidades de desarrollo que recordamos de manera esquemática y según la situación actual con la siguiente aportación:
- Suelo urbano consolidado: superficie calificada como “Pequeña Industria y Taller, gado a) (PITa) en el final de la calle Moreras, frente a los urbanización de Agfa; Parcelas del Gonzalo Chacón; suelos en la C/Toledo, como son la antigua Azucarera y Unilever.
- Suelo urbano no consolidado: que requieren la gestión y ejecución de la actividad urbanizadora, que es distintas en cada uno de ellos. El Salón del Automóvil, con pequeña industria, con suelo dotacional y comercial; Puente Barcas, con uso dotacional social y permitido el comercial; Montecillo-Vaquerías, destinado a pequeña industria y talleres (PITa).
- Suelo urbanizable no sectorizado: todo el suelo en el Cerro de la Linterna, situado entre Cortefiel y la vía del Tren; Puente Largo, el mayor de todos los espacios y en manos de una empresa estatal
- Suelo urbanizable sectorizado: el que queda pendiente en el Sector X, después de la actuación que se realizó para ADIF; el mismo suelo que ADIF tiene para equipamiento ferroviario.
Respecto al Sector X, de la misma manera que hablamos de Puente Largo como la bolsa de suelo más prometedora para albergar tanto nuevos espacios tecnológicos como para relocalizar otros necesitados de espacio para su expansión, tenemos que señalar la ventaja competitiva que supondría para nuestra ciudad la presencia de un nodo intermodal. Supondría la creación de una cabecera de un eje de especialización logística.
El Centro Logístico de Aranjuez habría sido la primera obra que ofertara el (entonces) Ministerio de Fomento dentro del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI) de 2009. En sus inicios iba a contar con una inversión de 20,1 millones de euros, entre inversores privados y el ministerio para diseñar, construir y explotar dicho centro, con un plazo de explotación de 25 años. Este centro se desarrollaría en unos terrenos propiedad de la entidad pública ADIF, que se cederían a la nueva sociedad creada en régimen de arrendamiento.
Dispondría de 34 hectáreas, de las que inicialmente 13 serían las zonas de actividades logísticas, 8,5 las destinadas a área intermodal y 12,5 para el resto de las instalaciones técnicas. Tras una serie de trámites burocráticos, finalmente en febrero de 2015 la Comunidad de Madrid procedió a la aprobación definitiva de la modificación puntual en el PGOU de Aranjuez, mientras que paralelamente el Gobierno de España creaba la Sociedad Mixta Madrid Sur Logística Aranjuez (participada en un 47% por ADIF y el 53% restante a tres empresas privadas.
Sin embargo, a finales de ese mismo año nos enteramos de la resolución de dicho contrato de colaboración público-privada. En julio de 2018 el propio ente ADIF anunció la realización de una manifestación de interés o sondeo de mercado sobre las posibilidades de desarrollo logístico de la parcela del sector X. No obstante, la dependencia de las nuevas manifestaciones de interés del sector de la automoción, así como la crisis generada por la pandemia de Covid-19 provocó que ADIF pospusiera la licitación prevista para ese 2020. Finalmente, en febrero de 2022 el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias desechaba la apuesta por el sector de la automoción y afirmaba a la par que quería rediseñar su estrategia logística para Aranjuez.
Hoy, acabando 2023, y teniendo en cuenta la redoblada apuesta tanto de la Unión Europea como del propio Gobierno de España por el transporte ferroviario de mercancías (al que se quiere vincular parte del sexto tramo de los fondos de resiliencia, con una cuantía de más de 8.000 millones de euros) resulta incomprensible que no sepamos nada de esta necesaria infraestructura. Impensable, no solo, desde el punto de vista de la inversión, también de la ventaja competitiva que conferiría a nuestro suelo productivo.
Estos son los espacios en cuestión que precisan de una estrategia política para su desarrollo. Estar pendientes de la actuación de terceros no debe ser lo que debemos esperar. El Ayuntamiento de Aranjuez puede y debe actuar como catalizador como impulsor de estos desarrollos, para lo que se debe contar con un estudio, cuantificado y acotado en etapas para su conclusión.
El compromiso y el esfuerzo político debe dirigirse a solucionar la situación de todo el suelo productivo. Ello requiere mucha información y trabajo conjunto con los propietarios, y compromiso de ciudad. Para iniciar un trabajo que deberá desarrollarse en el tiempo, proponemos para su aprobación y puesta en marcha:
- Conformar una comisión temporal técnica y política, para el análisis, estudio y conclusiones sobre todos los suelos productivos, que elabore un primer borrador de objetivos, que posteriormente deberá consensuarse con la participación de los agentes económicos y sociales, así como con los propietarios de estos.
- Crear el Observatorio Industrial, que permita el seguimiento y el impulso a los objetivos que se hayan planteado en la comisión temporal, al tiempo de que valore, mediante el contacto y el seguimiento, las necesidades presentes y futuras de los espacios industriales del municipio.